Es la historia de Toby Hart, un adolescente de 16 años que cayó de un acantilado a más de 18 metros de altura. Todo mientras cuidaba a su hermano Stephen de 11 años, que tiene necesidades especiales, en sus vacaciones en la playa de Cadgwith, Cornualles.
Toby era muy bueno, un joven de visión, muy alegre, le encantaba ayudar a otros y disfrutaba de cuidar a su pequeño hermano. Por ello junto con su amigo, Jamie, acompañaba a todo lugar a Stephen, a modo de guardaespaldas le seguían, uno a la derecha y otro a la izquierda. Así cual aventureros decidieron subir a una colina llamada Todden mientras que el resto de su familia se quedó en la playa.
Toby caminaba del lado del acantilado para proteger a su hermano. Pero una vez que llegaron a la cima, un pedazo de tierra se desmoronó bajo los pies de Toby y él cayó, hundiéndose en las rocas. “Él golpeó la roca dos veces antes de dar volteretas en el aire”, comento Phillipa Sharp, una enfermera fuera de servicio que estaba de visita en Cadgwith en el momento.
Quizá se podría pensar que se expusieron al peligro pero según las autoridades no había señales en la playa para explicar el peligro que representa la erosión del acantilado.
Y ayudó hasta el final pues, según comenta Daily Mail, Toby había expresado sus deseos de donar sus órganos y sus padres, queriendo honrar su decisión, lo hicieron con lo que se ha ayudado a 4 personas a tener otra oportunidad de seguir viviendo.
Ahora en el acantilado solo se puede ver una banca que se colocó en su honor con una placa que dice: ‘Banca de Toby. Siéntate aquí y sonríe, se estaba divirtiendo.’
Una triste historia, aunque conmovedora tomando en cuenta el amor fraternal y la calidad humana de algunos seres, pero ¿tú qué piensas?
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